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viernes, 2 de septiembre de 2011

HOLA DE NUEVO...

Después de un mes y medio de silencio bloggero  vuelvo a retomar esta maravillosa costumbre de contar algunas cosas por el simple placer de compartirlas...

Antes de abrir el blogg y comenzar a escribir he estado pensando sobre el tema que me ocuparía  en esta ocasión. Son muchos los temas que se me venían a la cabeza, lamentablemente, de esta lista de temas, pocos eran agradables... así que he decidido sentarme y escribir sin guión... Como cuando charlaba con vosotros y vosotras  en esas añoradas tardes de primavera, sentados en cualquier plaza de aquel rinconcito maravilloso que tanto extraño...compartiendo  una historia...

Hace unos meses conocí a una chica Guatemalteca, tiene 19 años, no paró de sonreír en todo el día... La conocí mientras acompañábamos, para dar presencia internacional, un acto de lucha popular pacífica en defensa del territorio, de la madre tierra, frente a los intereses comerciales de una compañía transnacional que pretende abrir una mina a cielo abierto en mitad de unas montañas que han servido de hogar al pueblo Xinca durante cientos de años, y aun siguen siendo la casa y el sustento de cientos de familias de campesinos y campesinas orgullosos de mantener intacta la tierra de sus antepasados. Es un lugar extraordinario, un autentico vergel donde la naturaleza explota de forma exuberante, llenando cada trozo de tierra de vida y de ese color verde que solo es posible ver en este lugar del planeta donde la lluvia y el sol se turnan cada día para regar y dar luz y calor a todo cuanto vemos  en un infinito ciclo de energía vital que hace que la naturaleza fluya de una manera que en otros lugares olvidamos hace tiempo...

Es un lugar especial, montañas y volcanes verdes repletos de bosque de lluvia que no cesa jamás de parir nubes que riegan la tierra y crean arroyos que dan agua a los campos, a las milpas de maíz y de frijol, a la vida de estas gentes...34 comunidades unidas, alzando la voz, apretando el puño y mostrando que están dispuestos a enfrentarse a quien sea para defender lo que es suyo por historia, por derecho, por costumbre y por ética...

En este contexto conocí a L., compartió con nosotros, desde bien temprano, un día de trabajo, de lucha, de compromiso...estaba feliz, había trabajado muchos meses en la preparación del evento; informando a las comunidades, mostrando a sus vecinos que el prometido progreso que la mina pregona en forma de carreteras y empleo para las comunidades, no es más que una trampa, un nuevo engaño de colonizadores que, sin ningún escrúpulo, siguen viniendo a destrozar la tierra, a sacar cuanto puedan de ella y a llevarse lo que, sin entender nada, consideran "riqueza". Colonizadores enchaquetados que cegados por el brillo del oro continúan maltratando y asesinando el verdadero tesoro de las montañas...la vida!!!

L. nos contó de las horas que dedicó a viajar por las montañas para charlar con las personas de las comunidades, de las dificultades que tuvo que superar debido a la   falta de recursos, a las amenazas constantes de la empresa minera, de las acusaciones recibidas por parte de las autoridades vendidas al capital por un puñado de dolares,... tiene 19 años y no paró de sonreír en todo el día...

Cuando acababa el día casi de noche, y  tuvimos un segundo para descansar, nos sentamos en un banco a platicar un rato en el bonito y animado parque central de la cabecera municipal de la región y  L, de forma natural, comenzó a contarnos su historia....

Con 13 años, dejó su comunidad y se fue a servir a una casa , sus padres son gente muy humilde y ella tenía que echar una mano para aportar algo a la economía familiar. La casa era de un matrimonio rico de la ciudad. Ella tenía 13 años y pasaba sus primeras navidades lejos de su familia. El día 25 de diciembre se encontraba sola en la casa trabajando y llegó su patrón con tres amigos, la arrinconaron en la cocina, la agarraron y la violaron uno tras otro durante 6 horas, tenía 13 años... Al día siguiente llegó de nuevo el patrón con 6 amigos más y la volvieron a violar repetidas veces, tras violarla la amenazaron de muerte si contaba algo. Tenía 13 años... y una vida completamente destrozada...

Con 13 años, abandonó la casa sin dar ninguna explicación. No tuvo el valor de contárselo a nadie por miedo a sufrir la violencia del agresor y el desprecio de su familia y sus seres queridos. En este país el machismo y la brutalidad contra la mujer es de tal calibre, que ser victima de una violación sexual no se considera un ataque, sino el fruto de una provocación por parte de la mujer...(el 98% de las violaciones, denunciadas, quedan impunes...). Años más tarde, con 17, sufrió un ataque epiléptico en plena calle que la dejo inconsciente.. cuando despertó estaba desnuda en una casa abandonada y con signos de haber sido violada en repetidas ocasiones... esta vez su familia si supo del hecho... desde entonces su padre la desprecia y sus hermanos la humillan... ahora tiene 19 años y vive sola...


Esta el la historia que nos contó  L  y que, sin duda, por respeto y admiración a ella, merece ser contada. La conocimos por casualidad, compartimos un día de lucha y de solidaridad,...estuvo sonriendo casi todo el día...

L es una de tantas mujeres que sobrevive en este país en el que algunos parece que se olvidaron de la dignidad humana...por ella y por todos y todas  los demás, los que luchan por un mundo de justicia y de igualdad, por los que me acogen cada día y comparten conmigo, su tiempo,  sus historias y su lucha es por lo que sigo aquí orgulloso de lo que hago...



Ciudad de Guatemala. 2 de septiembre de 2011