HEROES Y HEROINAS...

Ya llevo un mes en este país tan diferente al nuestro y, aunque creo que jamás podré llegar a comprender algunas cosas,  voy conociendo personas lugares y situaciones que están dejando en mi una profunda huella...  es cierto que ya conocíamos que es un país pobre e injusto...en el que viven personas que han soportado y soportan situaciones que ni siquiera sospechamos... lo que no conocía bien, y es algo que me golpea cada día, es la frialdad y absoluto desprecio con que algunas personas infringen este dolor... realmente me sorprende más la maldad de algunos que el sufrimiento de muchos... y frente a esto están ellos...

Hoy quiero hablar de algunas personas que he conocido en este mes que llevo aquí en Guatemala;

En estas 5 semanas he viajado mucho y he conocido diferentes organizaciones y personas que trabajan en defensa de los derechos humanos en este país donde, cada día, se viola, se vulnera y se pisotea la dignidad de muchas personas, fundamentalmente indígenas. En un mes me ha dado tiempo a conocer y a entender algunas historias y algunos aspectos que dan sentido a la decisión de trabajar por un año lejos de mi gente, de mi casa y de las cosas que amo profundamente.

He tenido el privilegio de conocer a hombres y mujeres capaces de mirarte a los ojos y decirte fríamente que saben que algún día van a aparecer en alguna cuneta con un tiro en la sien porque su trabajo de denuncia ante los abusos y de apoyo a los más vulnerables molesta a personas poderosas y choca con intereses comerciales que están por encima de la vida humana.

He acompañado a personas (abogados que podrían hacerse ricos dedicándose a defender intereses comerciales de gente poderosa) que son capaces de estar 8 horas viajando en buses incómodos y atestados, dormir en una colchoneta de espuma en el suelo de un rancho de lata y levantarse a las 4 de la mañana para subir a una comunidad de campesinos mayas perdida en la montaña y transmitirles a los miembros de ésta, noticias sobre el devenir del caso que está gestionando en la capital y que intenta defender y legalizar la propiedad de sus casas y sus milpas (pequeños terrenos donde cultivan el maíz y los frijoles que consumen) para que ningún político corrupto o terrateniente sin escrúpulos venga a desalojarlos al amparo de un documento salido de la nada (pero que seguramente enriqueció a algún funcionario...) que les otorga la potestad de vender esa tierra a alguna compañía extranjera que se encargará de destrozarla y destriparla en aras del progreso, para que unos accionistas a miles de kilómetros puedan seguir disfrutando de sus piscinas, sus coches y sus televisores de 60 pulgadas que anuncian viajes a Guatemala... “el país de la eterna primavera” o para que nosotros, los consumidores europeos, podamos usar móviles de última generación fabricados con silicio o comprar muebles de diseño en macrotiendas suecas que necesitan toneladas de madera para cubrir la demanda de nosotros, sus consumidores...

He visto la preocupación y el asombro en la cara de campesinos mayas (el 85% de la población de este país), que apenas entienden el castellano, pues desde hace miles de años en su tierra se habla Ch'orti', Chuj, Itza', Ixil, Jakalteko, Kaqkchikel, K'iche´... o alguna de las 21 lenguas mayas que aún perviven en esta tierra, que aun no son capaces de explicarse y entender como, desde hace 500 años, esos hombres blancos, altos y desleales inician guerras o inventan documentos y estrategias para cubrir de legalidad el engaño, la explotación, la marginación, el robo, la usurpación, el desalojo, el asesinato o la violación de los derechos fundamentales que ellos poseen sobre sus vidas y su tierra...

He visto como hombres y mujeres orgullosos de su vida en comunidad, de su apego a la tierra a sus costumbres y a su cultura milenaria son pisoteados por los poderosos sin ningún pudor y con total impunidad... Mientras, unos cuantos (hombres y mujeres defensores y defensoras de los derechos humanos), jugándose la vida, luchan, teniendo la razón pero no la ventaja,  gritando y pidiendo al mundo  que alguien escuche sus denuncias y sea capaz de poner fin a esta barbarie que condena a este país (y a otros muchos..) a la eterna miseria y desigualdad.


 Esos cuantos defienden algo más que leyes o decretos dictados arbitrariamente en parlamentos corruptos llenos de políticos enriquecidos... , esos cuantos defienden derechos universales, aprobados tras la segunda guerra mundial por la mayoría de las naciones de este planeta, esos cuantos defienden el derecho a la vida, el derecho a la paz, el derecho a la libertad, el derecho a la dignidad... esos cuantos molestan... ellos lo saben, su vida, para algunos, los poderosos, no vale ni el precio de la bala que podría matarlos... pero para otros... su vida y su lucha son esperanza, libertad y dignidad...

He conocido a algunas personas... en un mundo justo serían héroes y heroínas, ... en éste en el que vivimos son objetivos militares... jamás podré ya olvidarlos...